REGISTRO DE YOGA

Sri Aurobindo

 

LOS SIETE CHATUSTHAYA

Investigación y prácticas sobre el modelo seguido por Sri Aurobindo para su realización en su Registro de Yoga

 

 

DE CHATUSTHAYA SEGUNDO, SHAKTI,

BUDDHISHAKTI

- Estudio especial -

 

 

 

PREVIO

 

¿Qué componentes tiene la mente?

Chitta o la conciencia mental básica;

Manas, o la mente sensoria;

Buddhi, la inteligencia;

Ahankára, la idea del ego

 

Cada parte de la mente es atravesada por la acción del prana o energía vital

 

Por encima de nuestra mentalidad consciente actual está la supermente, velada o secreta (en o para nuestra actual etapa de evolución)

 

 

¿QUÉ ES EL BUDDHI?

- Es la inteligencia con,

     su poder de conocimiento(discernidor)

     y con su poder de voluntad (iluminada)

 

- Podemos distinguir tres gradaciones sucesivas de la acción de esta inteligencia:

     El entendimiento inferior

     La razón intermedia

     Poder racional ordenador o selectivo y una fuerza volitiva de la inteligencia

 

- Es un intermediario entre una mente de la Verdad muy superior que todavía no se halla en nuestra posesión activa y es instrumento directo del Espíritu, y la vida física de la mente humana evolucionada en el cuerpo. Sus poderes de inteligencia y voluntad se extraen de esta mente directa, la supermente.

 

- El buddhi centra su acción mental en torno a la idea del ego, la idea de que soy esta mente, vida y cuerpo. Se crea un sentido del ego que reposa en la acción separativa del cuerpo, de la mente individualizada, de las respuestas normales, y la idea del ego en el buddhi centraliza toda la acción del pensamiento, carácter y personalidad de este ego.

 

- El entendimiento inferior y la razón intermedia son instrumentos del deseo del ego de experiencia y autoampliación.

 

- Pero cuando la razón y voluntad supremas se desarrollan, podemos volvernos hacia lo que esas cosas externas significan para la conciencia espiritual superior. Entonces el “yo" puede verse como un reflejo mental del Yo, del Espíritu, de la Divinidad, de la única existencia trascendente, universal, individual en su multiplicidad; la conciencia en la que estas cosas se encuentran, se convierte en aspectos del ser único y asume sus relaciones correctas.

 

- Cuando tiene lugar la transición hacia la supermente, los poderes del Buddhi no perecen, sino que tienen que convertir todo en sus valores supramentales.

 

- La libertad y perfección (del Ser Central) depende de la posesión de un buddhi purificado e iluminado: pues el buddhi es el poder principal del ser mental y el principal instrumento mental del Purusha.

 

- Desde el punto de vista del conocimiento Yóguico podemos decir que es aquel instrumento del alma, del ser consciente interior de la naturaleza, del Purusha, por el cual entra en algún género de posesión consciente y ordenada de sí y de su medio circundante. Detrás de toda la acción del chitta y del manas está esta alma, este Purusha; pero en las formas inferiores de la vida es principalmente subconsciente, está dormido o semidespierto, absorto en la acción mecánica de la Naturaleza; pero despierta cada vez más y en igual medida avanza al elevarse en la escala de la vida. Mediante la actividad del buddhi empieza el proceso de un entero despertar. En las acciones inferiores de la mente, el alma, más bien sufre a la Naturaleza en lugar de poseerla; pues allí es enteramente esclava del mecanismo que la introdujo en la experiencia corporizada consciente. Mas en el buddhi llegamos a algo (aunque instrumentación natural), mediante lo cual la Naturaleza parece ayudar y armar al Purusha para entenderla, poseerla y dominarla.

 

 

 

PURIFICACIÓN DEL BUDDHI

La purificación completa de un instrumento depende también de Ia purificación completa de todos los demás (cuerpo, vital, conciencia básica, buddhi)

 

Deseo

- Toda mezcla de deseo en el buddhi es una impureza.

 

- El poder motor vital del alma es la Voluntad; el deseo es sólo una deformación de la voluntad.

 

- El deseo, como móvil para la búsqueda de satisfacción, convierte a la inteligencia y la voluntad inteligente en cómplices y las transforma en instrumentos deformes y lisiados.

 

- El giro esencial del alma, hacia la posesión y disfrute del mundo, consiste en una voluntad de deleite, y el disfrute de la satisfacción del anhelo es sólo una degradación vital y física de la voluntad del deleite. Es esencial que distingamos entre la pura voluntad y el deseo, entre la voluntad interior de deleite y la codicia externa y el anhelo de la mente y el cuerpo.

 

- Podemos acceder

---a la voluntad pura, indeformada por el deseo –a la que hallaremos como una fuerza mucho más libre, tranquila, estable y efectiva que la saltarina, ahogada, fácilmente fatigada y frustrada llama del deseo–,

---y a la calma voluntad interior del deleite, no afligida ni limitada por ninguna perturbación del deseo,

entonces podemos transformar al prana (la energía del deseo) de tirano enemigo y asaltante de la mente, en instrumento obediente.

 

- Entonces, el primer paso de la purificación consiste en liberarse del prana (energía) del deseo e incidentalmente en invertir el equilibrio ordinario de nuestra naturaleza y convertir al ser vital, de poder fuertemente dominante, en instrumento obediente de una mente libre y desapegada

 

 

Ego

Es el ego quien demanda satisfacción utilizando el deseo. Siempre está hambriento, siempre quiere comer, engordar. Y come de todo, le da igual, manjares o carroñas. Siempre está, y estará, insatisfecho.

 

El buddhi ha de purificarse del deseo o seudo-voluntad, del interés, preferencia, anhelo, pasión, de las emoción egoístas y de la idea del ego.

 

La arraigada falsa idea del ego en el buddi ha de sustituirse por la verdad del ser consiste, es decir, que hay una existencia trascendente, un yo o espíritu supremo, un alma intemporal de la existencia, un eterno, un Divino

 

La idea o sentido del ego debe ser reemplazado por una unidad con la Divinidad trascendente y con el ser universal (*). Estar unificado con Dios es estar unificado consigo mismo, unificado con el universo y unificado con todos los seres. Esta unidad es el secreto de una existencia correcta y de una existencia divina. Sólo en el yo espiritual podemos poseer la unidad verdadera; pues allí el individuo se amplía hasta su propio ser total y se descubre unificado con la existencia universal y con la Divinidad trascendente.

(*) Para poder unificarse con el Yo Universal hay que desidentificarse del ego. El ego está identificado con su cansancio y fatiga, con su comodidad y más con su incomodidad, con el frío o el calor, con el hambre…, es decir con el cuerpo físico. El ego está identificado con sus prisas, agobios, gustos y disgustos, perezas…, es decir con el sistema psicológico o mente. El Ser Central está instalado en la calma, quietud, indiferencia e inafectación a todo lo físico y a lo psicológico; él tiene la posibilidad de abrirse y unificarse con el único Yo, con la única Consciencia, con la única Voluntad. - Estar unificado con Dios es estar unificado consigo mismo, unificado con el universo y unificado con todos los seres.-

 

 

El sadhaka debe estar en guardia frente al ego como Purusha testigo y rechazar cualquier perturbación, ansiedad, pesar, rebeldía y alteración de su mente (desidentificación psicológica). El buddhi (en representación del Purusha o Ser Central) debe desanimar todas las incidencias, intereses, preferencias… inferiores y enseñar a todo el ser que el ego, ya sea que ejercite su reclamo a través de la razón, de la voluntad personal, del corazón o del alma del deseo en el prana, no efectúa reclamo justo de ninguna especie y toda aflicción, rebelión, impaciencia y perturbación es una violencia contra el Amo del ser.

 

Las armas del sadhaka frente a las perturbaciones son, quietud (titiksha), indiferencia (udasinata) y autosumisión (nati).

 

 

Emociones

- La deformación de la mente emocional depende de la dualidad de gusto y disgusto, atracción y repulsión emocionales.

 

- Este hábito de la naturaleza emocional se introduce en la modalidad de la voluntad inteligente y con frecuencia la convierte en una desamparada esclava o, al menos, le impide ejercer un libre juicio y gobierno de la naturaleza.

 

- Esta deformación ha de ser corregida. Facilitamos la corrección desembarazándonos del gusto-disgusto, de la atracción-repulsión. Pues entonces el apego es la fuerte atadura del corazón, se libera de las cuerdas afectivas; el hábito involuntario continúa, pero al no empecinarse en el apego, puede encararse con mayor facilidad mediante la voluntad y la inteligencia. El corazón inquieto puede ser conquistado y liberarse del hábito de atracción y repulsión.

 

- La atracción y repulsión, el gusto y el disgusto son un mecanismo necesario para el hombre normal, pero es la razón correcta la que ha de escoger y no el capricho emocional: el proceso selectivo necesario para la acción se deja principalmente al buddhi

 

Toda mezcla de las emociones es impureza y distorsiona el conocimiento y la acción.

 

 

Mente sensoria

Toda sujeción del buddhi a las sensaciones e impulsos es impureza.

 

 

PRÁCTICA

Separación, sustraerse, desapegarse, desidentificarse de:

- Ego-Deseo: deseo o seudo-voluntad (interés, preferenacia, anhelo, pasión) y emoción egoístas y de la idea del ego

 

- Emociones: gusto y disgusto, atracción y repulsión emocionales

 

- Mente sensoria y sus impulsos compulsivos

 

- Previamente habrá que tomar conciencia de la ingerencia de estos factores en la inteligencia y disponer de sólida base mediante un entero autogobierno, ecuanimidad y calma.

 

- Se da por hecho que el pensamiento compulsivo ya fue desactivado.

 

- En realidad, no será suficiente con separarse de este o aquél elemento del sistema, sino que la separación ha de ser de todo el sistema psicológico, también del físico.

 

- Pero toda esta es una liberación instrumental. La libertad del alma, mukti, es de carácter más vasto y esencial; es una apertura de la limitación mortal hacia la ilimitable inmortalidad del Espíritu, el paso esencial de la mente a la supermente.

 

 

 

Para más detalle, leer fragmentos de Sintesis del Yoga, Libro III

 

Acceso a Libros de Sri Aurobindo

 

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