REGISTRO DE YOGA
Sri Aurobindo
LOS SIETE CHATUSTHAYA
Investigación y prácticas sobre el modelo seguido por Sri
Aurobindo para su realización en su Registro de Yoga
Estudio Chatusthaya segundo: DAIVI PRAKRITI O CHANDIBBHAVAH
Fragmentos del libro “La Madre”
Dado que hasta este momento no se han encontrado exposiciones más claras sobre Daivi Prakriti en "Registro de Yoga", tomamos lo que dice Sri Aurobindo de este mismo tema en la obra “La Madre”.
2.3 DAIVI PRAKRITI O CHANDIBBHAVAH
- Chandibhava es la fuerza de Kali (la Divina Shakti) manifiesta en el temperamento6. (6 La descripción detallada de este poder se posterga)
- La Naturaleza divina
- Esto significa la posesión de las cuatro Shaktis.
- La posesión de estas Shaktis comporta una sensación de Poder Divino, de compasión y utilidad hacia el mundo, y de capacidad ante cualquier trabajo que la naturaleza pueda emprender.
Registro de Yoga
“Los cuatro poderes de la Madre son cuatro de sus
personalidades sobresalientes.
La que nosotros adoramos como la
Madre es la divina energía consciente que domina todas las existencias.
Todo es debido al juego de ella con lo Supremo; todo es
manifestación de la Madre; manifestación de los misterios de lo Eterno, de los
milagros de lo Infinito. Todo es ella, pues todos los seres y cosas son partes
o porciones del divino Poder-Conciencia. Nada puede existir ni aquí ni en parte
alguna que no haya sido decidido por ella y determinado por las leyes supremas;
nada puede tomar forma excepto lo que ella ponga en movimiento merced a las
percepciones y formas de lo Supremo.
Lo que denominamos Naturaleza o Prakriti no es otra cosa
que su aspecto más exterior; ella ordena y determina
la armonía de sus propias energías y procesos, impulsa las operaciones de la
Naturaleza, y se mueve de manera secreta o manifiesta en medio de todo cuanto
pueda verse o experimentarse o moverse en la vida.
...Pero aquí, donde nosotros habitamos, están los mundos de
la Ignorancia, los mundos de la mente, la vida y el cuerpo, separados, en su
conciencia, de su fuente, de la cual esta tierra es un centro significativo y
su evolución un proceso crucial. También este mundo, con toda su oscuridad y
luchas e imperfección, está sostenido por la Madre universal; también éste está
impulsado y guiado hacia su secreto fin, por la Mahashakti.
Sabiduría, Fuerza, Armonía, Perfección, son sus diversos
atributos y son estos poderes los que ella introduce en el mundo; poderes que
se manifiestan bajo aspecto humano a través de sus respectivos Vibhutis
(manifestación del poder divino) y que irán apareciendo, por grados y a través
de su divina ascensión, en aquellos que puedan abrir su naturaleza terrenal a
la viva y directa influencia de la Madre. A estas cuatro Personalidades las denominamos
con los grandes nombres de: Maheshwari, Mahakali, Mahalakshmi y Mahasaraswati.”
La Madre
2.3.1 Maheshwari
- La Shakti de la grandeza y el conocimiento
- Sabiduría
“La imperial Maheshwari está sentada en la amplitud que existe
sobre la mente pensante y la voluntad, y las sublima y aumenta, convirtiéndolas
en sabiduría y liberalidad, o se desliza con esplendor detrás de ellas. Pues ella es la todopoderosa y sabia Unidad que nos abre a
los infinitos supramentales y a la vastedad cósmica; a la grandeza de la Luz
suprema; a la mansión del tesoro, donde encontramos el
maravilloso conocimiento; al inconmensurable movimiento de las fuerzas
eternas de la Madre. Ella está tranquila, y es eternamente maravillosa, magna y
calma. Nada puede conmoverla porque toda sabiduría
está en ella; nada de lo que ella decida conocer puede permanecer oculto
para ella; comprende todas las cosas y todos los
seres, y sus respectivas naturalezas, y qué los mueve, y las leyes del mundo y
sus diferentes épocas y cómo todo fue, es y será. Hay en ella una fuerza
que lo domina todo y nada ni nadie puede oponerse, al
final, a su vasta e intangible sabiduría y a su elevado y Sereno poder. Con
voluntad ecuánime, paciente e inalterable, ella se
ocupa de los hombres de acuerdo con sus particulares naturalezas, y de las
cosas y acontecimientos, según la energía y la verdad que hay en ellos.
Ella no tiene ninguna parcialidad, sino que sigue los decretos de lo Supremo, y
de esta manera, a algunos los eleva y a otros los deja caer o los arroja a las
sombras. A los sabios, ella les otorga una mayor y
más luminosa sabiduría; acoge en su seno a los que alcanzan la visión de la
Verdad; a los que son hostiles, ella les impone las consecuencias de su
hostilidad; a los ignorantes y tontos ella los conduce de acuerdo con su
ceguera. Ella responde a cada hombre y maneja los diferentes elementos de su
naturaleza, según sus necesidades, ansias y requerimientos individuales;
ejerce sobre ellos la necesaria presión o los abandona a su apreciada libertad
para que prosperen en los rumbos de la Ignorancia o perezcan. Ya que ella está
por encima de todo, no está atada a nada, ni interesada por ninguna cosa del
universo. Sin embargo, posee el corazón de la Madre universal. Porque su piedad
es infinita e inagotable, todos son a sus ojos, sus criaturas y partes de la
Unidad, incluso el Asura y el Rakshasa y el Pisacha, y todos aquellos que son
hostiles y sublevados. Incluso sus rechazos son sólo postergaciones; incluso sus castigos son una gracia. Pero su
compasión no ciega su sabiduría, ni desvía su acción del curso decretado.
Porque la Verdad de las cosas es asunto de ella; el
conocimiento su centro de poder; y el plasmar nuestras almas y naturalezas
según la Verdad divina, su misión y su trabajo.”
La Madre
2.3.2 Mahakali
- La Shakti de la fuerza y la violencia
- Fuerza
“Mahakali es de índole distinta. Su poder peculiar es la
altura, no la amplitud; el vigor y la fuerza, no la sabiduría. Hay en ella una abrumadora
intensidad; una poderosa pasión de ejercer fuerza; una divina violencia
dispuesta a superar todo límite y obstáculo. Toda su divinidad brota en un
ímpetu de esplendorosa y tempestuosa acción. Allí está ella pronta para toda
velocidad, para todo proceso inmediatamente efectivo; para el golpe rápido y
certero; para el asalto frontal que arrasa con todo. Terrible es su rostro para
el Asura; peligroso y despiadado su humor contra los que odian lo Divino; pues
ella es el Guerrero de los Mundos que jamás abandona la batalla. Intolerante
frente a la imperfección, ella es ruda con la apatía del hombre, y severa con
todo lo que es ignorante y oscuro. Su cólera es inmediata y terrible contra la
traición, la falsedad y la malignidad, y toda mala voluntad cae bajo su azote.
Ella no puede soportar la indiferencia, negligencia y flojedad en la obra
divina, y despierta de inmediato al dormido o perezoso, hasta con un dolor, si
es necesario. El movimiento de Mahakali son: los impulsos rápidos, directos y
francos; los movimientos sin reservas y absolutos; la inspiración que asciende
en una llama. El espíritu de ella es audaz; su visión y voluntad son elevadas y
de largo alcance, como el vuelo de un águila; sus pies son rápidos en el camino
de ascenso y sus manos se extienden para golpear y socorrer. Puesto que también
ella es la Madre y su amor es tan intenso como su ira y tiene una bondad
profunda y apasionada. Cuando se le permite actuar con toda su fuerza, entonces
en un sólo instante desaparecen como cosas inconsistentes, los obstáculos que
inmovilizan al hombre, o los enemigos
que asaltan al buscador. Si su cólera es temible para los hostiles, y la
vehemencia de su presión resulta dolorosa para pusilánime, el tímido y el débil,
ella es amada y venerada por el hombre grande, fuerte y noble; porque ellos
perciben que los golpes de la Madre atacan lo que en su naturaleza es rebelde,
para acercarlos a la fuerza y a la verdad perfecta; castigan lo pervertido y
expulsan lo imploro y defectuoso. Pero lo que ella puede hacer en un día,
podría consumir siglos enteros; sin ella Ananda podría ser mayor y más
profundo, o más fácil y suave y hermoso,
pero no poseería el encendido júbilo de intensidades más absolutas. Ella otorga
al conocimiento una grandeza de conquista; a la belleza y armonía, un
movimiento de ascenso y elevación; y proporciona al lento y difícil trabajo
hacia la perfección, un ímpetu que multiplica el poder y acorta el largo
camino. Nada que no alcance los supremos éxtasis puede conformarla; nada que no
aspire a las alturas más excelsas, a los logros más nobles, a las perspectivas
de mayor alcance. Por consiguiente, con ella está la fuerza victoriosa de lo
Divino y por gracia de su fuego y pasión y rapidez el gran logro puede
alcanzarse ahora y no más tarde.”
La Madre
2.3.3 Mahalakshmi
- La Shakti de la belleza y el gozo
- Armonía
“Sabiduría y Fuerza no son las únicas manifestaciones de la
Madre Suprema; hay un misterio más sutil
de su naturaleza, sin el cual la Sabiduría y la Fuerza serían cosas incompletas
y sin el cual la perfección resultaría imperfecta. Sobre la Sabiduría y la
Fuerza está el milagro de la belleza eterna, un
inaprensible secreto de armonías divinas, la magia arrolladora de un
encanto universal irresistible y de una atracción que lleva y trae las cosas y
las fuerzas y los seres, uniéndolos, obligándolos a reunirse, encontrarse, de
modo que un oculto Ananda pueda desplegarse tras el velo y convertirlos en sus
ritmos y figuras. Este es el poder de Mahalakshmi, y no hay aspecto de la divina
Shakti más atractivo para el corazón de los seres encarnados. Maheshwari puede
aparecer demasiado calma, grandiosa y distante fuera del alcance de la pequeñez
de la naturaleza terrenal; Mahakali demasiado suave y formidable como para que pueda soportarla la debilidad de los
hombres. Pero todos se vuelven con júbilo y ansia hacia Mahalakshmi. Pues ella
arroja el hechizo de la intoxicante dulzura de lo Divino: estar cerca de ella
es una profunda felicidad, y sentirla dentro del corazón hace que la existencia
se convierta en una maravilla y un arrobamiento; gracia y encanto y ternura
fluyen de ella como la luz del sol, y dondequiera que ella posa su maravillosa
mirada o deja caer la dulzura de su sonrisa, el
corazón queda cautivo y se hunde en una insondable bienaventuranza.
Magnético es el toque de sus manos, y su oculta y delicada influencia refina la
mente, la vida y el cuerpo, y donde ella pone su pie fluyen milagrosas
corrientes de fascinante Ananda1.
Y sin embargo, no es fácil lograr la presencia de este encantador poder y retenerlo. Armonía de la mente y el alma, armonía y belleza de los pensamientos y sentimientos, armonía y belleza en cada movimiento y acto exterior, armonía y belleza de la vida y su contorno, éste es el requerimiento de Mahalakshmi. Dondequiera haya afinidad con los ritmos del secreto mundo de la bienaventuranza, y respuesta al llamado de la Belleza suprema y acuerdo y unidad, y el jubiloso flujo de muchas vidas entregadas a lo Divino, en esa atmósfera ella consiente habitar. Pero todo lo que sea feo, miserable, mezquino, pobre, sórdido, escuálido, todo lo que sea brutal y vil repele su advenimiento. Donde no existen amor y belleza, o son renuentes a nacer, ella no aparece; donde están mezclados y desfigurados por cosas inferiores, pronto ella se aleja o siente poca inclinación a derramar sus riquezas. Si ella se encuentra en el corazón de los hombres rodeada de egoísmo, odio, celos y malignidad, envidia; si la traición y la ingratitud se mezclan en el cáliz sagrado; si pasiones groseras y deseos poco refinados degradan la devoción, en tales corazones la graciosa y hermosa diosa no se detiene. Se apodera de ella un divino disgusto que la obliga a partir, pues nunca insiste ni ruega; o bien, velando su rostro, espera que sea repelida la amarga y venenosa sustancia, antes de poder ella hacer sentir su feliz influencia. El seco y áspero ascetismo no es de su agrado; tampoco gusta de la supresión de las emociones más hondas del corazón, ni la rígida represión de las partes bellas de la vida y del alma. Porque es a través del amor y de la belleza que ella introduce entre los hombres la nota alegre de lo Divino. La vida se convierte en su suprema creación, en una rica obra del arte celestial, y toda existencia, en un poema de sagrado deleite; las riquezas del mundo son reunidas a favor de un orden supremo, e incluso las cosas mas simples y comunes se vuelven maravillosas gracias a su intuición de unidad y el aliento de su espíritu. Admitida en el corazón, ella eleva la sabiduría a pináculos de maravilla, y le revela los secretos místicos del éxtasis que supera todo conocimiento, une la devoción con la atracción apasionada de lo Divino; enseña a estrechar y fortalecer el ritmo que mantiene la excelsitud de sus actos de acuerdo con la armonía universal, y le insufla la perfección del encanto que dura eternamente.”
La Madre
2.3.4 Mahaswarasati
- La Shakti de la razón mundana (la ciencia) y el trabajo.
- Perfección
“Mahasaraswati es el Poder de Trabajo de la Madre y su
espíritu de perfección y orden. Siendo la más joven de sus personalidades, es
la más diestra en la facultad ejecutiva y la más cercana a la Naturaleza
física. Maheshwari proyecta las largas
líneas de las fuerzas del mundo; Mahakali orienta sus energías e ímpetus; Mahalakshmi descubre sus ritmos y medidas;
pero Mahasaraswati preside los detalles
de su organización y ejecución, la relación entre las partes y la eficaz
combinación de las fuerzas, así como
también la infalible exactitud del resultado y cumplimiento finales. La
ciencia, la artesanía, la técnica de las
cosas son del dominio de Mahasaraswati. Ella siempre retiene su naturaleza y
otorga a quienes haya elegido, el íntimo y exacto conocimiento, sutileza y
paciencia, la agudeza de la mente intuitiva y la mano consciente y el ojo
discernidor del perfecto trabajador. Este
Poder –es el fuerte, incansable, cuidadoso y eficiente constructor,
organizador, administrador, técnico, artesano y clasificador de los mundos.
Cuando comprende la transformación y nueva construcción de la naturaleza, su
acción es laboriosa y prolija, y a menudo aparece ante nuestra impaciencia como
lenta e interminable, pero es persistente, integral y sin tacha. Por propio
deseo es escrupulosa, alerta, infatigable en sus obras; inclinándose sobre nosotros,
advierte y toca cada pequeño detalle,
encuentra el más mínimo defecto, brecha, retorcimiento o carencia; tiene en
cuenta y sopesa exactamente todo cuanto ha sido hecho y todo cuanto falta
todavía realizar. Nada le resulta
demasiado pequeño o aparentemente trivial; nada, por impalpable,
intangible, oculto o invisible puede escapársele. Modelándola una y otra vez,
trabaja cada parte hasta que alcanza su verdadera forma, su exacto lugar en la
totalidad, y el cumplimiento de su propósito justo. En constante y diligente
ajuste y reajuste de las cosas, su ojo está puesto en todas las necesidades y
en el modo como resolverlas, y su intuición sabe qué ha de elegirse y qué
rechazarse; así, determina con éxito el instrumento adecuado, el momento
apropiado, las condiciones propicias y el proceso indicado. Aborrece todo
descuido y negligencia e indolencia. Todo trabajo defectuoso o que se realiza a
medias le resulta ofensivo y extraño a su temperamento. Cuando su trabajo está
terminado, nada ha sido olvidado, ninguna parte ocupa el sitio equivocado, ni
ha sido omitida o aplicada de manera incorrecta; todo es sólido, ajustado,
completo, admirable. Nada que no sea absolutamente perfecto le satisface, y
está dispuesta a enfrentar una eternidad de trabajo y esfuerzo si ello es
necesario para la realización de su creación. Por esto, de todos los poderes de
La Madre, Mahasaraswati es la que más sufre con el hombre y sus miles de
imperfecciones. Cariñosa, sonriente, cálida y dadivosa, no se desalienta
fácilmente e insiste incluso después de repetidos fracasos; su mano nos
sostiene en cada etapa, con la sola condición de que seamos íntegros y
sinceros; ella no tolera la mente ambigua o con dobleces, y su ironía es cruel
con los engañadores y pretenciosos. Una madre para nuestras necesidades; una
amiga en nuestras dificultades; una mentora y guía serena y constante, que
despeja con su radiante sonrisa las nubes de desaliento y depresión,
recordándonos siempre la eterna ayuda, señalando la eterna luz del sol. Toda la
obra de los otros Poderes depende de ella para su realización final. Porque
ella asegura el fundamento material, elabora la estructura en todos sus
detalles y erige y organiza la armonía del sistema.”
La Madre
Acceso a Libros de Sri
Aurobindo